El gozo y emoción de oir el nombre del Perú, voceado por el secretario de la academia de Suecia, "el premio nobel de literatura ha sido otorgado al escritor peruano Mario Vargas Llosa", fue indescriptible, se me hizo un vacío en el estomago, luego un nudo en la garganta, momentáneamente sentí que en los ojos se agrupaban lagrimas, la voz se me quebró. Como en aquel momento estaba solo, no tuve vergüenza de dejar que ellas rodaran.